El camino de la Cábala es un proceso que se desarrolla a lo largo de toda la vida y que implica un alto crecimiento personal.
Los cabalistas somos conscientes de que la espiritualidad es un proceso de ascenso constante, donde se busca la alegría, la tranquilidad, el amor, la confianza en uno mismo; en definitiva, en el que alcanzar la felicidad de manera natural.
La Cábala estudia cómo funciona el universo y el ser humano, qué es el mal, cuándo somos libres y cuándo estamos predeterminados.
La Cábala conduce al autoconocimiento interior, un aprendizaje en el que cada uno puede, y debe, encontrar sus fortalezas (virtudes) y sus debilidades (oscuridades). Se trabajan las diez dimensiones del Árbol de la Vida para una mayor comprensión de la realidad que nos rodea y de nuestra condición como seres humanos.
La Cábala nos enseña a actuar, además de a pensar. Nos brinda el marco teórico para llegar a la practica de la virtud.
La Cábala no solamente es un tipo de filosofía, de cosmología, sino que abarca gran cantidad de saberes antiguos que desarrollaron los sabios del judaísmo a través de los siglos.
Todo este conocimiento que nos ayuda a crecer como personas ha sido custodiado y estudiado en secreto para que las generaciones del futuro pudieran disfrutar de esta sabiduría y a ponerla en práctica con el fin de lograr un mundo mejor.